No fui consciente de la verdadera aventura que me esperaba en unas pocas semanas, hasta que una amiga organizó una cena un tanto rara. Iríamos a cenar al Náutico, pero antes habría una degustación de ginebras. A pesar de que yo no bebo ni una cerveza, todo lo que organizan mis amigas me resulta tan divertido, que no me plantee lo raro del plan. Recogimos a unos amigos y llegamos por fin. Los camareros me indicaron que pasase a una sala y ...sorpresa!!! 50 amigos se reunieron para decirnos adios y buen viaje a Australia. No puedo recordarlo sin emocionarme , tanta ilusión , tanta emoción , y sobre todo tantos corazones !!!...No era capaz de procesar nada , me preguntaba como seria mi vida sin mis amigos. Recordé las cenas , las tertulias, los cafés y tantos momentos felices que comparti con cada uno de ellos. Me hubiera gustado devolverles uno por uno tanto cariño , pero todo transcurrió todo demasiado rápido ...una cena preciosa , mi amiga María sabe lo que me gustan los corazones e inundo todo el local de corazones. A menudo pienso en ella y en su marido lo buena gente que es y la suerte que tengo de que sean mis amigos ...
A esa cena le siguieron mas comidas , mas regalos, mas llantos ...y así cuando me di cuenta estaba en el aeropuerto facturando , otra vez rodeada de mi familia y mis amigos que vinieron de nuevo a decirme adiós. Allí decidí que no habría mas lágrimas hasta que mi familia y yo estuviésemos totalmente asentados ...Las guapas azafatas de Emirates le cantaron cumpleaños feliz a mi hijo que ese dia cumplia 15 años. Brindamos con champagne y después de casi dos días de viaje llegamos a Adelaida,